viernes, 26 de octubre de 2018

HISTORIAS QUE MERECEN SER CONTADAS

HISTORIAS QUE MERECEN SER CONTADAS

Hoy les quiero contar la historia de una persona que logró un cambio excepcional en su vida. Después de pasar por una situación extrema y tocar fondo, resurgió maravillosamente. Los invito a leer la historia de Ciro Gabriel Avruj, un ser pleno, dispuesto a dar lo mejor de sí. Mónica Paterno.


Gabriel, un momento inesperado

Era un día otoñal cuando a la distancia se escuchó un estruendo terrible y el transito se paró en plena ruta. Algo había pasado y no parecía ser nada bueno. Un camión chocó de frente a un auto y la mayoría de sus pasajeros habían fallecido. Sobre el asfalto a un costado del camino, yacía el cuerpo de Gabriel, supuestamente sin vida cuando una enfermera de emergencias notó su leve respiración a través de la sábana que lo cubría. Fue entonces cuando comenzó una vida absolutamente diferente para Gabi, un jovencito de apenas catorce años, quien iba feliz a pescar a la laguna de Junín.
Estuvo internado en el hospital Italiano por tres meses en los que de inmediato se dio cuenta que no podía mover ninguna parte de su cuerpo. Hasta el vuelo de una mosca le resultaba una amenaza letal. Aceptar que de por vida sería cuadripléjico era muy difícil. Sólo pensaba en morirse. Hasta para esto necesitaba ayuda. Le rogaba a su médica que lo ayudara a conseguirlo.
Un tiempo más tarde pudo ingresar a ALPI para su rehabilitación. Lo entusiasmó de inmediato una jovencita que estaba en igualdad de condiciones que él, pero habiendo hecho un tratamiento en esta institución sus mejorías habían sido muchas y estaba feliz. Una luz de esperanza asomaba en su vida. Al ocupar su nueva cama, descubrió en la mesa de luz una estampa de Sai Baba, el mismo ser espiritual que su madre había contactado la noche anterior. Lo tomó como un mensaje alentador.
Después de un año y medio, Gabi salió de la institución sentado, erguido en su silla de ruedas, listo para enfrentar lo que viniera.
En la escuela ORT donde él cursaba, ya no lo aceptarían. Sólo consiguió una vacante en la escuela Roca en la que para entrar y salir tenía que subir una escalera bastante alta, la que sus compañeros no tuvieron ningún inconveniente en llevarlo durante los tres años que tardó en terminar sus estudios secundarios. Aquella escuela de precaria fama le había dado la oportunidad de culminar sus estudios.
Luego siguió la Universidad de Belgrano, la que resultaba accesible para su transitar en silla. Al mismo tiempo, sus visitas al Centro Espiritual Sai Baba se hicieron más frecuentes y comenzó a trabajar allí haciendo servicio, visitando ancianos y enfermos, participando del grupo de jóvenes y contando con buenos amigos. Su manera de pensar y de sentir cambió radicalmente. Quería vivir y no perderse nada. Pudo reconocerse como un ser espiritual, tomando consciencia que era mucho más que un cuerpo físico. Siguió su camino conociendo grandes seres espirituales como Robert Happe, haciendo sus cursos y siguiendo sus enseñanzas.
Un día estudiando quiso iniciar una buena lectura y cayó en sus manos el libro “Conversaciones con Dios” de Neale Donald Walsch. Quedó atrapado por su lectura y sus conceptos. Terminó leyendo toda su obra. Sintió una gran inspiración. Estaba listo para extender sus alas.
Junto a su padre fundaron el grupo “Sin Barreras”, un emprendimiento integral Latinoamericano para la apertura de barreras arquitectónicas, urbanísticas y discriminatorias. Su padre, ingeniero civil comenzó a construir edificios para personas con discapacidad y juntos hicieron campañas de sensibilización mediante conferencias y asesorías. Muchas de las modificaciones en las estaciones de subte, sus ascensores, como también las rampas en las esquinas se hicieron debido a su intervención. Su consciencia se expandía y se sentía uno con todos.
Ya cerca de los 30 años logró independizarse, dejando la casa de sus padres y viviendo solo, con la ayuda de un acompañante. En un evento en Mar del Plata conocería a quien sería su esposa, con quien compartió varios años de noviazgo y un año y medio de matrimonio.
Buscando nuevos desafíos, también practicó deportes de riesgo.
Pronto comenzó a dar charlas en público en escuelas y universidades junto al grupo “Sin Barreras”, buscando el transitar libre de obstáculos y accesible para todos, logrando varios premios por ser pionero en este proyecto.
Terminó su carrera de Administración de Empresas y no tardó en traer a la Argentina a Neale Donald Walsch y a Humanity´s Team “Equipo de la Humanidad”. Lo importante es y sigue siendo el despertar al mundo a la unidad y tomar consciencia que estamos todos interrelacionados. Este mismo grupo lo honraría con el premio al “Liderazgo Espiritual” y Gabriel terminaría siendo parte de distintas organizaciones mundiales dedicadas al trabajo por la paz y la unidad.
Cuando surgió la propuesta de Pablo de la Iglesia (naturopata y guía espiritual) de escribir el libro “Liderazgo Espiritual”, no lo dudó un solo instante. Era la manera de transmitir todo su sentir y sus propuestas. Ha viajado y sigue viajando por todo el mundo, difundiendo sus ideas y su compromiso con la humanidad. Se reunió con importantes líderes espirituales como el Papa, el Dalai Lama y Sai Baba.
Sus padres fueron un pilar importantísimo en su vida. Y hoy está en gran parte dedicado a colaborar con ellos en la administración y organización familiar. Ya que su papá atraviesa un momento difícil.
Sus charlas son una fuente de energía. Busca constantemente hacer el bien a los otros. Insiste en que es muy importante que los jóvenes estudien, que tengan actividades y estando en contacto con amigos y con la naturaleza sientan el compromiso y busquen como propósito lograr un mundo mejor, dándole sentido a la vida.
Gabriel es un ejemplo invalorable de resiliencia, un ser que desde muy temprana edad le tocó enfrentarse a un pronóstico por demás desalentador. Sufrió, lloró, se enojó y por fin salió a la luz, convirtiéndose en un líder espiritual, un pacifista, un motivador nato, absolutamente involucrado con la vida, con las personas y el planeta. Decidido a cumplir con su propósito en esta vida. Cada día es un nuevo desafío para él, cada obstáculo es algo para trascender. Busca vivir a fondo y en plenitud, reconociéndose como un ser humano que puede tener momentos de desazón, de tristeza o desanimo pero quien seguirá buscando respuestas a lo incierto, volando por encima de las nubes. Como bien lo dice en su película:
“…Por encima de las nubes más oscuras, siempre brilla el sol, todo es cuestión de volar alto…”





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